Con el escenario puesto, con las manos llenas del polvo que duerme en las salas de teatro, os hablo cansado, pero repleto de ilusión. El Viernes estrenamos nuestra rosita, una flor que se convierte en mujer a fuerza de gestos, palabras y mucho trabajo, tanto trabajo como el afilado bisel de la pluma que la escribió y que la pintó.Os esperamos el Viernes y el Sábado.
Rosita duerme, Lorca descansa y nosotros esperando que un acorde de guitarra nos abra el telón.
